El ballet más que un estilo de baile es un deporte retador, que exige un control total del cuerpo, así como un profundo autoconocimiento para poder desarrollar sus movimientos y coreografías. Es practicado en todo el mundo y tiene una amplia cantidad de seguidores y practicantes.
Muchas personas se inician desde niños en esta disciplina, ya que así van adquiriendo las destrezas desde corta edad. Sin embargo, no significa que no puedas iniciarte en este mundo si ya eres adulto: los participantes de cualquier edad o condición son bienvenidos.
Si deseas saber cómo aprender a bailar ballet, aquí te damos algunos consejos útiles para tu camino de formación.
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El ballet, un arte que tiene siglos de enseñanza
El ballet es una forma de danza que se originó en las cortes renacentistas italianas y se desarrolló en Francia y Rusia. La primera escuela de danza y ballet surgió en Francia en el reinado de Luis XIV y recibió el nombre de Academia Royale de la danse, donde la corte de más alto nivel podía aprender esta disciplina.
Con el paso de los años, se fue expandiendo a nivel mundial hasta convertirse en un deporte internacionalmente reconocido que incluso tiene sus propias competencias y una sociedad que la regula.
Esta danza, con su combinación de técnica rigurosa y expresión artística, ha capturado la imaginación de personas de todo el mundo durante siglos. Pero no te dejes intimidar por su historia; el ballet es accesible para todos, sin importar tu nivel de experiencia.
Consejos para aprender a bailar ballet (para principiantes)
A continuación, te mencionamos algunos consejos indispensables si quieres saber cómo aprender a bailar ballet:
Aprende la postura
La postura es fundamental para aprender a bailar ballet, ya que a partir de aquí es que se empezará la interpretación. Mantén tu espalda recta, los hombros relajados y la cabeza erguida.
Un buen consejo para conseguir la posición correcta es imaginar que un hilo tira de la parte superior de tu cabeza hacia el techo.
Una vez conseguida la postura tendrás que practicarla de forma periódica para internalizarla como parte de tus coreografías.
Calienta y realiza ejercicios de flexibilidad
La flexibilidad es clave en el ballet, pero ojo, no puedes ser flexible si no realizas ejercicios previos de calentamiento para relajar tus músculos.
Debes dedicar tiempo a estiramientos y ejercicios de calentamiento diarios para mejorar tu rango de movimiento y calidad de interpretación.
Recuerda enfocarte en los músculos de las piernas, la espalda y los brazos, que son los que más vas a usar para esta disciplina.
Usa la ropa adecuada
El ballet es una danza que tiene su propia vestimenta, que es específica para los movimientos de estiramiento y de fuerza que se realizan. Algunos de los implementos que no debes dejar pasar son:
- Zapatos de ballet: con suelas suaves y flexibles, están diseñados para permitirte sentir el suelo sin recibir daños en los dedos.
- Mallas para ballet: son prendas diseñadas de poliéster o algodón que ofrecen una gran flexibilidad para poder practicar cualquier tipo de movimiento característico de esta disciplina.
- Falda de ballet: generalmente la usan las mujeres, ya que les da más estilo a los giros creando una sensación artística en los movimientos.
Enfócate en los pequeños detalles
El ballet es una danza de detalles y delicadeza. Pequeños ajustes en la alineación de tu cuerpo, la posición de los pies o el ángulo de los brazos pueden hacer una gran diferencia en tu técnica e interpretación.
Si tienes un instructor de baile, presta atención a sus correcciones; pero si practicas por tu cuenta, hazlo frente al espejo o grabándote para que puedas detectar tus errores y los corrijas durante la práctica.
Practica el relevé frecuentemente
El relevé es una técnica fundamental en el ballet que consiste en el elevado sobre la punta de los pies (o las puntas de los dedos en el caso de las bailarinas avanzadas).
Para desarrollar este movimiento es necesario poseer fuerza en los tobillos y las piernas; así como mucho equilibrio corporal.
Procura practicar frecuentemente este ejercicio, ya que es el principio para cualquier postura que realices en el Ballet.
Acostúmbrate a las piruetas
Las piruetas son los giros característicos del ballet que se realizan en un pie y son una parte emocionante y desafiante de esta disciplina.
Existen giros para todo tipo de practicante, desde sencillos y básicos hasta avanzados. Lo ideal es que comiences practicando giros simples buscando mantener el equilibrio y la postura correcta en los mismos. Una vez lo consigas, repítelos hasta interiorizarlos y volverlos parte de tu rutina diaria.
Enfría al finalizar tu rutina
Así como debes empezar calentando antes de practicar tus coreografías en el ballet, tampoco debes olvidar dedicarle unos minutos al enfriamiento una vez terminada la práctica.
Realizar una sesión de relajación muscular posterior a la clase, ayuda a reducir la tensión muscular y a disminuir el dolor post práctica del día siguiente.
Asesórate de los profesionales en el área
Las academias de baile tienen a los mejores intérpretes de ballet, que pueden enseñarte desde cero sus técnicas y secretos. Es importante que esta disciplina no se practique solo, ya que requiere de algunos movimientos demandantes que necesitan de la ayuda de personas experimentadas para ser perfeccionados.
El ballet es una danza envolvente, que no basta con solamente observar, sino también debe ser interpretada para poder entender su gran complejidad.
No dejes de aprovechar la oportunidad de profundizar en esta disciplina, que te ayudará a mejorar tu autopercepción e incluso tus hábitos personales.
